Karin Sander: vivir y trabajar en un atelier

Karin Sander vive y trabaja en Berlín. Como artista, aboga por la flexibilidad y la experimentación, también en casa.

«Cuando diseñé este loft junto con los arquitectos Sauerbruch y Hutton, que son amigos míos, hubo varias preguntas que me interesaron: ¿Cómo quiero vivir y trabajar? ¿Cómo se pueden combinar las dos cosas? Mi estudio está concebido de tal manera que me permite emplear una variedad de técnicas artísticas en cualquier momento.

Para mí, tener una sensación de bienestar en un espacio no es sinónimo de comodidad sino de cambio; los muebles deben poder desaparecer y volver de nuevo; las habitaciones deben poder ser utilizadas de diferentes maneras.
«Para mí, las sillas son como pequeñas personalidades y, cuando tengo visita, siempre encuentro muy interesante cómo la gente elige sus sillas; dónde se sientan refleja también el lugar que ocupan».
Karin Sander
Las sillas tienen su propia personalidad. Me gusta cuando son diferentes entre sí y cómo esto confiere cierta tensión y vivacidad a una habitación. Tengo una silla Frankfurt Kitchen, una silla Eiermann que recogí en la calle, pero también una APC de Jasper Morrison. Lo que me fascina particularmente de los diseños de Morrison es cómo encuentra algo especial en lo normal, cómo reduce las cosas a lo esencial. Los artistas y diseñadores trabajan de manera similar, dejando ciertas cosas fuera, buscando un nuevo giro en las formas familiares y traspasando los límites. Morrison utiliza formas y colores, así como la elección de materiales, para generar una calidad escultórica muy especial.
He seguido el compromiso cultural de Vitra durante mucho tiempo, las exposiciones que se muestran allí, la arquitectura que se ha construido en el campus. Allí no solo encuentras la historia del mobiliario, sino también una historia de la arquitectura del siglo XX».
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