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A la hora de planificar, implementar y amueblar su consulta de 600 metros cuadrados, el objetivo de la clínica era aliviar el miedo de los pacientes a pedir una cita con el médico ofreciéndoles un entorno estimulante y considerado. En lugar de pasillos estrechos y consultas pequeñas, lo que hay son espacios diáfanos con vistas al lago y a las montañas de Zúrich. Las consultas de exploración se retiraron de la fachada de las ventanas y se reubicaron en la parte central del edificio, lo que creó un espacio semipúblico en el que todos los visitantes pueden disfrutar de una vista panorámica de 360 grados. Con el mismo espíritu de apertura y transparencia, los médicos comparten una consulta común que los pacientes pueden ver desde la recepción. Las salas de descanso del equipo son espaciosas y están agradablemente amuebladas. Ya desde la fase de planificación, los arquitectos y el cliente habían pedido ayuda a Vitra para diseñar el interior: la cartera de productos combinados de Vitra y Artek permitió ampliar las diversas especificaciones funcionales de los espacios privado, público y de trabajo.