Cuando un diseñador pone el mundo de las sillas patas arriba

Cone Chair
Historia de un original de Vitra

En 1958 apareció esta nota en el periódico danés Fyns Socialdemokrat: «El nuevo restaurante Kom Igen del parque Langesø ha comenzado su andadura con una afluencia tan multitudinaria que las camareras han estado a punto de renunciar a su trabajo más de una vez. Sin embargo, en cuanto todo vuelva a la normalidad, los clientes se darán cuenta de que Langesø cuenta con el restaurante menos convencional de toda Dinamarca».

¿Qué había ocurrido? El arquitecto y diseñador danés Verner Panton había recibido de su padre, gerente del restaurante Kom Igen (en danés, «vuelva otra vez»), el encargo de ampliar y rediseñar los espacios interiores. Panton tenía carta blanca y diseñó el interior al completo, incluyendo los tejidos, alfombras, lámparas, muebles, uniformes del personal y cartas del restaurante. A través de formas geométricas y utilizando exclusivamente cinco tonos de rojo logró crear un nuevo tipo de espacio. La noticia de la inauguración del Kom Igen se extendió como la pólvora por todo el país y encontró un amplio eco en los medios de comunicación, lo que dio lugar a la masiva afluencia de público que describíamos al principio.
© Verner Panton Design AG
© Verner Panton Design AG
«El principal objetivo de mi trabajo es hacer que la gente utilice su imaginación. Casi todo el mundo pasa su vida en una triste conformidad de tonos grises y beis, con un miedo mortal a utilizar el color».
Verner Panton
Verner Panton diseñó también una silla específica para este proyecto: la Cone Chair. Como su propio nombre indica, tiene la forma de un cono que descansa sobre su vértice; una prolongación hacia la parte de arriba forma el respaldo que, al igual que la superficie del asiento, está cómodamente acolchado. Tal como Niels-Joergen Kaiser, amigo de Verner Panton, describió alegóricamente la silla en su comentario necrológico sobre el diseñador en 1999: «… una elegante bailarina de ballet haciendo piruetas sobre las puntas». La silla está completamente tapizada con tela; para el Kom Igen, en los cinco tonos de rojo distintos que se utilizaron para todo el proyecto. La Cone Chair descansa sobre una base plana y ligera formada por cuatro radios de acero inoxidable pulido. Más tarde, Verner Panton comentó sobre este diseño: «Si hubiera que empezar de nuevo... una estructura en forma de cono es mucho más sencilla que la típica silla de cafetería de cuatro patas». Una afirmación con la que probablemente pocos constructores estarían de acuerdo, ya que la punta del cono, el extremo que conecta con la base, está sometida a una tensión extrema y, por tanto, los requisitos de resistencia y calidad del material que debe cumplir esta zona son muy exigentes.
© Verner Panton Design AG
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Las Cone Chairs que se utilizaron en el Kom Igen se fabricaron en una pequeña herrería de la isla de Fionia. Sin embargo, ya durante la recepción que se celebró para inaugurar el restaurante, el empresario danés Percy von Halling-Koch se interesó por el diseño; pronto crearía la empresa Plus Linje expresamente para producir la Cone Chair. Cuando se lanzó al mercado, la silla despertó un gran interés a escala nacional e internacional. Este éxito y la seguridad de la producción en serie brindaron a Verner Panton la posibilidad de seguir trabajando con la forma cónica. La siguiente incorporación fue Cone Stool, una versión sin respaldo, y un año después apareció la Heart Cone Chair, que se ha convertido en todo un icono por su gran respaldo en forma de corazón.

En 1959, Verner Panton recibió el encargo de diseñar las instalaciones de la feria Købestaevnet de Fredericia. Estas son sus reflexiones sobre el proyecto: «Todo el mundo sabe que esta feria atrae a una gran cantidad de público y que nadie llega nunca a ver nada más que la espalda y los hombros de los demás visitantes. Por eso vamos a colgarlo todo del techo». De este modo, no solo las Cone Chairs, sino también muchos otros muebles, se colgaron del techo para que los visitantes pudieran verlos mejor. La prensa tildó a Panton de loco, y muchos de sus compañeros arquitectos y diseñadores reaccionaron con incomprensión ante su forma alternativa de pensar.
© Verner Panton Design AG
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Sin embargo, la Cone Chair no necesitaba que la colgasen del techo para llamar la atención: la primera vez que se exhibió en Nueva York, en el escaparate de una tienda situada en una calle muy concurrida, se produjo un caos circulatorio porque los conductores frenaban bruscamente para poder ver mejor aquella silla futurista. Los encargados de la tienda tuvieron que trasladarla a la zona de exposición que no daba a la calle.

Así pues, a finales de los años cincuenta, la estética innovadora de la Cone Chair cambió el modo de entender las sillas y fue el primer producto creado con el lenguaje de diseño que ha convertido a Panton en un creador legendario. Poco tiempo después, Vitra y Verner Panton comenzaron a desarrollar juntos la Panton Chair. En 1963, el diseñador y su esposa Marianne se trasladaron a Basilea, muy cerca del lugar donde la empresa suiza Vitra tiene su sede central. Durante aquellos años nació entre los Panton y los Fehlbaum —la familia propietaria de Vitra— una amistad que ha perdurado hasta la fecha; hoy en día, Marianne Panton sigue viviendo en Basilea. Conservar con cariño y seguir desarrollando del trabajo de este gran diseñador danés son algunas de las tareas que Vitra ha asumido a raíz de esta relación. Y como Plus Linje ya no existe, Vitra fabrica la Cone Chair, el Cone Stool y la Heart Cone Chair desde 2004.
© Verner Panton Design AG

Fecha de edición: 5.4.2019
Imágenes: Marc Eggimann, © Verner Panton Design AG

Historias de autenticidad de Vitra

Invierta en un original, porque un original siempre conservará su valor. Una imitación nunca será más que una mera copia, una idea robada. Observe las diferencias, no solo la calidad y las variaciones más evidentes, sino también el atractivo sensorial y emocional del producto auténtico. Un original es un compañero para toda la vida y bien pudiera sobrevivirle y pasar a la siguiente generación, que lo recibirá agradecida. Pero esto es una historia del futuro.