En estos tiempos de digitalización y cambios constantes, el lugar de trabajo ya no es un lugar al que hay que ir obligatoriamente, sino un destino elegido. Los espacios de trabajo de alta calidad equipados con un mobiliario intemporal promueven el bienestar de los empleados y fomentan la conexión emocional con los valores y la cultura de la organización.

Invertir en clásicos auténticos, que mantendrán su vigencia durante décadas, ayuda a conseguir entornos de oficina atractivos y a crear una sensación hogareña. Diseñadas para durar, la longevidad de estas piezas icónicas refleja asimismo la visión de la empresa en materia de sostenibilidad, un factor clave para atraer y conservar el talento.

Los clásicos de Vitra son el resultado de la estrecha relación que hemos mantenido con nuestros diseñadores y sus descendientes durante las últimas décadas. Al igual que estos diseños renuncian a las modas y eliminan los detalles superfluos, un lugar de trabajo amueblado con clásicos sigue siendo actual a pesar de las modas pasajeras y los cambios en las formas de trabajar. Más propios de una casa que el típico mobiliario corporativo, también realzan el diseño de la oficina al crear un entorno refinado con un atractivo imperecedero.

Como parte del objetivo medioambiental de Vitra y de su compromiso con el desarrollo sostenible, nuestros productos se han diseñado prestando la máxima atención a su durabilidad y longevidad. Esto es especialmente cierto si hablamos de los clásicos, cuya funcionalidad duradera y estética intemporal los mantiene en uso durante décadas sin perder un ápice de actualidad. Para garantizar que sigan en circulación el mayor tiempo posible, Vitra amplía la vida útil de estos productos mediante numerosas iniciativas que fomentan la conservación y facilitan la renovación y el reciclado. ​  

Un ejemplo de nuestro compromiso con la economía circular son las Vitra Circle Stores. Con esta estrategia, los productos de Vitra usados se renuevan y regresan al mercado en una segunda vida.​Las iniciativas de reparación y renovación van a la par con el objetivo de Vitra de diseñar productos duraderos que reduzcan el impacto medioambiental. Un ejemplo ilustrativo es el proyecto de renovación de unas Eames Fiberglass Chairs de 50 años para la Universidad de Berna.

El verdadero valor de un clásico solo puede apreciarse cuando se analiza su vida útil. Mientras que una silla convencional probablemente deba sustituirse al cabo de 15 años, un clásico de Vitra ofrece una gran durabilidad y la posibilidad de cambiar piezas individuales en caso necesario, por lo que el coste acumulado es significativamente inferior. Gracias a su calidad superior y su diseño robusto, un clásico conservará su valor, incluso después de muchos años, por lo que podrá encontrarse más adelante en otro hogar u oficina. Al final de su larga vida, cada componente puede reciclarse y entrar en un nuevo proceso de fabricación.

En la época actual de cambios rápidos e incertidumbre, hay una necesidad creciente de que los espacios de oficina se proyecten cuidadosamente prestando atención a la calidad y la sostenibilidad. Dada la naturaleza evolutiva de los centros de trabajo, los clásicos se han adaptado para satisfacer estas necesidades y garantizar su vigencia en los actuales entornos de trabajo dinámicos.

Guiados por los principios de autenticidad y en colaboración con los herederos del diseñador, algunos aspectos de los productos, tales como los colores y materiales, pueden actualizarse ocasionalmente con el paso del tiempo. Un ejemplo clave son las Eames Shell Chairs. Tras una serie de cambios de materiales en las últimas décadas, recientemente se han vuelto a presentar fabricadas en plástico reciclado posconsumo, un material de producción local que cumple las exigentes normas de calidad de Vitra. Para responder a las necesidades particulares de los clientes, además de las opciones disponibles en serie, los clásicos también pueden personalizarse.